• Una vez el Mensajero del Allah declaró: “Cuando el Último día se acerque, aparecerá el pueblo de Kantura. Ellos serán de caras redondeadas, de ojos almendrados, y de narices chatas”.[1] Tradicionalmente se piensa que esta descripción encaja con los mongoles y algunos jariyíes. El Mensajero de Allah predijo la invasión por parte de las huestes mogoles y la desaparición de la maravillosa civilización islámica de Al Andalus, en España, dos de las más trágicas calamidades acontecidas al mundo musulmán. El Profeta siempre se refería al destino de la gente, y así usó tales predicciones para advertir a los musulmanes que la desviación del Camino Recto traería la calamidad. Allah usa a los malhechores y los opresores para castigar y corregir a Sus siervos, y luego acaba con los opresores.
• El Mensajero de Allah visionó la conquista de Constantinopla-el actual Estambul-: “Seguramente, Constantinopla será conquistado. ¡Qué magno es el comandante que lo conquistará, y qué grandioso es su ejército!”[2] Esperando ser objeto de alabanza del Profeta, desde los tiempos de Muawiya los gobernantes y comandantes musulmanes trataron de conquistar esta ciudad. Durante una campaña, Abu Ayyub al-Ansari, el Compañero noble, fue martirizado y enterrado cerca de las murallas.
Constantinopla finalmente fue conquistada por el soberano otomano Mehmed el Conquistador. Al lado de este gran comandante y estadista, sus dos amigos de la escuela Hasan de Ulubat y Qadi Jidr Chalabi, así como su profesor Akshamsaddin, fueron también símbolos de esta conquista. Uno de ellos pertenecía el ejército, y los otros dos estaban en los departamentos de educación religiosa y científica. El rezo y la alabanza del Mensajero de Allah abarcaran a todos ellos.
• El Mensajero de Allah predijo y explicó los motivos principales de la destrucción del Estado Otomano y la condición del mundo musulmán después de la Primera Guerra Mundial: “Las naciones se llamarán una a la otra, como la gente se invita a una comida, para hacer un ataque concertado contra vosotros”. Alguien preguntó: “¿Pasará esto porque habrá pocos de los nuestros?” El Mensajero de Allah contestó: “No, vuestro número será enorme, pero vosotros os veréis tan impotentes como las astillas de madera o la paja llevadas por una inundación. Allah eliminará el miedo que sentían hacia vosotros vuestros enemigos e instaurará en vosotros un miedo a la muerte y un amor al mundo”. [3]
La predicción, que se hizo la realidad durante la Primera Guerra Mundial, también describe nuestra situación actual. Estamos divididos en muchas facciones, mientras nuestros enemigos tratan de unir sus esfuerzos en intereses mutuos. En el pasado, ellos tuvieron miedo de nosotros porque veíamos la tumba como una rosaleda, algo para entrar con mucha ilusión. Pero ahora, estamos tan atados a este mundo que hacemos todo lo posible para escapar de la muerte, aunque sepamos que es imposible. También hemos sido objeto de muchas traiciones. Uzman y Ali fueron víctimas de la traición, y el magnífico Estado Otomano se convirtió en un gran banquete para los pueblos carnívoros del mundo y experimentó innumerables traiciones por parte de naciones tan prósperas y pacíficas que antes habían llegado a estar bajo el dominio del Imperio otomano.
• El Mensajero de Allah predijo el auge del comunismo en un hadiz relatado por Ibn Omar. Mirando hacia el Este, él dijo: “¡Tened cuidado! La anarquía y la subversión aparecerán en aquella dirección, desde donde la era satánica comenzará”.[4] La era satánica, construida sobre el ateísmo y el hedonismo, es la antítesis de la era Profética, basada en la fe en y la devoción por Allah. El comunismo, el resultado ilegal del capitalismo, defiende la hostilidad a la religión, a la piedad, y a todos los valores morales y tradicionales. En otro hadiz, el Mensajero de Allah predijo que el comunismo se levantaría como “un viento rojo”.
• Una vez, el Mensajero de Allah declaró: “El Éufrates se secará probablemente, destapando un tesoro-una montaña, en otra versión-de oro bajo su cauce. Quienquiera de vosotros que lo atestigüe debería abstenerse de coger nada”.[5] Este hadiz se refiere a la gran guerra que se espera que ocurra por el Éufrates. Aunque este río ha visto muchas guerras, entre ellas la guerra de Irán-Iraq, este hadiz señala al mayor uso de la violencia en el futuro. También podemos tomar el hadiz figuradamente. Por ejemplo, el petróleo es conocido como “el oro negro”. O tal vez el agua se hará tan valiosa como el oro y causará guerras regionales o incluso internacionales. Tal vez el ingreso obtenido de las presas realizadas en este río llamará la atención internacional y causará grandes guerras. En cualquier caso, el Mensajero de Allah advirtió que la región del Éufrates se parece a la dinamita en el corazón del mundo musulmán.
• El Mensajero de Allah afirmó que el cristianismo sería purificado de sus elementos paganos, prestados y se uniría al Islam, así reforzará la Religión Divina.[6] Esto será un hito en la historia de la humanidad, y los creyentes, cuando ellos sean apresados por sus enemigos, derrotarán y destruirán a los representantes globales de la incredulidad.
• El Mensajero de Allah predijo que la reforma agrícola y el desarrollo en ciencia y tecnología permitirían a los agricultores producir una granada que sería suficiente para veinte personas, y que su cáscara proporcionaría sombra a la gente. Él también profetizó que el trigo producido en una parcela del tamaño de un balcón de una casa sería bastante para sustentar una familia durante un año.[7] Con el advenimiento de la biotecnología y la manipulación genética, probablemente tales maravillas no sean lejanas en el futuro.
• En otro hadiz, el Mensajero de Allah describe el final de los tiempos: “Antes del día del Juicio Final, la gente se lo pensará dos veces antes de saludar a los otros-se refiere a saludar sólo a unos-, habrá una gran demanda del comercio y las esposas ayudarán a sus maridos en ello, los padres y los parientes ya no serán tan visitados, las falsas pruebas y los falsos testimonios sustituirán a la verdad, y la escritura tendrá prominencia”. [8]
Todo esto se ha hecho realidad. Hoy, el comercio es el modo preferido de ganarse la vida, y las mujeres son explotadas para anunciar distintos productos y servicios, y para atraer a los clientes. Los derechos de padres y parientes ya no son más considerados y, una vez que ellos se hacen viejos y necesitan más atención y afecto, muchas veces son dejados en las residencias de ancianos u hogares de ancianos. El poder de la prensa moderna es incuestionable, y la mentira está ahora tan extendida que pocas personas pueden oponerse a ella. Esto es cierto a todos los niveles, desde las mentiras comerciales hasta el falso testimonio en los pleitos.
• En un hadiz qudsi[9], el Profeta relata de Allah: “Al final de los tiempos haré que el conocimiento sea obtenido por cada uno, hombres y mujeres, esclavos y libres, y viejos y jóvenes”.[10] La educación está ahora abierta a casi todo el mundo por las escuelas, las universidades, y los medios de comunicación. Muchos intelectuales y los científicos dicen que ya vivimos en la Era de la Información.
• En otro hadiz auténtico, el Mensajero de Allah declara: “El Último Día no vendrá hasta que el Corán sea una causa de vergüenza y el Islam se quede sin un grupo poderoso para apoyarlo”[11]. Hemos visto que esta predicción se hace realidad. Durante casi un siglo, los musulmanes han sido perseguidos hasta en sus propias tierras. Mientras los ateos y los incrédulos han declarado abiertamente su incredulidad en todas partes, el Islam ha sido objetivo de asalto verbal, escrito, e incluso físico. Los musulmanes se han visto obligados a ocultar su creencia, y han estado demasiado avergonzados de declarar abiertamente su creencia.
• El Mensajero predijo el desarrollo de las telecomunicaciónes y los medios de transporte. El hadiz mencionado más arriba sigue: “La Hora no vendrá hasta que las distancias de tiempo y espacio disminuyan”. He traducido la palabra taqarub como “disminuir”[12]. Esto implica que antes del Día del Juicio Final, las cosas que antes se tardaban mucho en realizar serán posibles hacerlas en un tiempo muy corto.
Este hadiz, además de la predicción de los modernos medios de transporte y telecomunicaciónes, añade que el tiempo es relativo. La Tierra toma paulatinamente una forma elíptica. Este puede causar algunos cambios en la división y el cálculo del tiempo. En cuanto a la relatividad del tiempo, esto también se nombra en el hadiz, sabemos que el tiempo se diferencia en algunos aspectos (p.ej. la división, la longitud, el cálculo y la velocidad de su paso por o alrededor de cada esfera o planeta). Si la humanidad logra dejar este sistema solar, la concepción del tiempo se cambiará completamente. Así, en pocas palabras, el Mensajero de Allah hace varias predicciones, algunas de las cuales se han realizado ya, y también alude a varios hechos científicos.
El Mensajero de Allah también predijo: “Llegará un tiempo en el que casi todo el mundo comerá de la usura, hasta tal punto que aquellos que se abstengan de ello serán expuestos a su ‘polvo’”.[13] El Mensajero de Allah señala dos hechos importantes:
• Un tiempo vendrá en que todas las transacciones formales supondrán interés. Nadie será capaz de evitarlo completamente. Sin embargo, a aquellos que no firmen transacciones basadas en el interés no se les responsabilizará de éstas si lo hacen involuntariamente, siempre y cuando ellos hagan todo lo posible por abstenerse de la usura.
• El Mensajero de Allah puede haber indicado con “ser expuesto a su polvo” que una clase capitalista surgiría y aumentaría su riqueza por el interés. Esto conduciría gradualmente a la clase obrera a una pobreza más y más profunda, que resultara en una guerra de clases directa e implacable.
Todas estas predicciones se han hecho realidad. Es muy trágico que los países musulmanes estén en un estado tan penoso y degenerado porque, entre otras cosas, ellos se ahogan en un pantano de interés a pesar de la advertencia coránica que revela que alguien implicado en transacciones a base de interés debe saber “que Allah y Su Mensajero os han declarado guerra” (2:279). Si los musulmanes hubieran sido conscientes de tales declaraciones coránicas, no estarían en una posición tan miserable en estos momentos.
• En el siguiente hadiz auténtico, el Mensajero de Allah señala otro aspecto del triste estado actual del mundo musulmán: “Vendrá un tiempo en que los creyentes se oculten como los hipócritas hacen entre vosotros hoy”.[14] En la época del Profeta, los hipócritas solían ocultarse haciendo los movimientos externos de los rituales religiosos. Según este hadiz, los musulmanes tratarán de ocultarse, practicar sus obligaciones religiosas en secreto. La misma situación fue descrita en otro hadiz: “Levantarán calumnias, la sedición y la desviación. Practicar los rezos prescritos será deshonra para un musulmán, tal como una mujer es deshonrada hoy debido a la fornicación”.
• En otra narración, el Mensajero de Allah predijo que el petróleo sería descubierto en Taleqan-Irán-: “¡Buenas nuevas a Taleqan! Los tesoros de Allah están allí, pero no de oro ni de plata”.[15] En el pasado, un tesoro significaba oro y plata. Por esta razón, el Mensajero de Allah enfatizó que los tesoros de Taleqan sería algo más. Lo que viene a la memoria primero hoy cuando se habla de un tesoro es el petróleo. Sin embargo, él podría haber implicado los recursos del uranio o de los diamantes. Si ésta es la cuestión, la predicción se ha realizado, ya que tales recursos han sido descubiertos alrededor de Taleqan.
• “Vosotros seguiréis los pasos de aquellos que os precedieron tan de cerca que, si por ejemplo, ellos metieran sus cabezas en una madriguera de lagarto, vosotros haríais lo mismo”. Los Compañeros le preguntaron si con “aquellos que os precedieron” se refería a los judíos y los cristianos, y él contestó: “¿A quién más podría ser?”[16] Los musulmanes han estado sufriendo de una crisis de identidad durante dos siglos. Ellos son imitadores ciegos del Oeste y se han envuelto en vicios que destruyeron todas las civilizaciones anteriores.
• El Mensajero de Allah visionó la conquista de Constantinopla-el actual Estambul-: “Seguramente, Constantinopla será conquistado. ¡Qué magno es el comandante que lo conquistará, y qué grandioso es su ejército!”[2] Esperando ser objeto de alabanza del Profeta, desde los tiempos de Muawiya los gobernantes y comandantes musulmanes trataron de conquistar esta ciudad. Durante una campaña, Abu Ayyub al-Ansari, el Compañero noble, fue martirizado y enterrado cerca de las murallas.
Constantinopla finalmente fue conquistada por el soberano otomano Mehmed el Conquistador. Al lado de este gran comandante y estadista, sus dos amigos de la escuela Hasan de Ulubat y Qadi Jidr Chalabi, así como su profesor Akshamsaddin, fueron también símbolos de esta conquista. Uno de ellos pertenecía el ejército, y los otros dos estaban en los departamentos de educación religiosa y científica. El rezo y la alabanza del Mensajero de Allah abarcaran a todos ellos.
• El Mensajero de Allah predijo y explicó los motivos principales de la destrucción del Estado Otomano y la condición del mundo musulmán después de la Primera Guerra Mundial: “Las naciones se llamarán una a la otra, como la gente se invita a una comida, para hacer un ataque concertado contra vosotros”. Alguien preguntó: “¿Pasará esto porque habrá pocos de los nuestros?” El Mensajero de Allah contestó: “No, vuestro número será enorme, pero vosotros os veréis tan impotentes como las astillas de madera o la paja llevadas por una inundación. Allah eliminará el miedo que sentían hacia vosotros vuestros enemigos e instaurará en vosotros un miedo a la muerte y un amor al mundo”. [3]
La predicción, que se hizo la realidad durante la Primera Guerra Mundial, también describe nuestra situación actual. Estamos divididos en muchas facciones, mientras nuestros enemigos tratan de unir sus esfuerzos en intereses mutuos. En el pasado, ellos tuvieron miedo de nosotros porque veíamos la tumba como una rosaleda, algo para entrar con mucha ilusión. Pero ahora, estamos tan atados a este mundo que hacemos todo lo posible para escapar de la muerte, aunque sepamos que es imposible. También hemos sido objeto de muchas traiciones. Uzman y Ali fueron víctimas de la traición, y el magnífico Estado Otomano se convirtió en un gran banquete para los pueblos carnívoros del mundo y experimentó innumerables traiciones por parte de naciones tan prósperas y pacíficas que antes habían llegado a estar bajo el dominio del Imperio otomano.
• El Mensajero de Allah predijo el auge del comunismo en un hadiz relatado por Ibn Omar. Mirando hacia el Este, él dijo: “¡Tened cuidado! La anarquía y la subversión aparecerán en aquella dirección, desde donde la era satánica comenzará”.[4] La era satánica, construida sobre el ateísmo y el hedonismo, es la antítesis de la era Profética, basada en la fe en y la devoción por Allah. El comunismo, el resultado ilegal del capitalismo, defiende la hostilidad a la religión, a la piedad, y a todos los valores morales y tradicionales. En otro hadiz, el Mensajero de Allah predijo que el comunismo se levantaría como “un viento rojo”.
• Una vez, el Mensajero de Allah declaró: “El Éufrates se secará probablemente, destapando un tesoro-una montaña, en otra versión-de oro bajo su cauce. Quienquiera de vosotros que lo atestigüe debería abstenerse de coger nada”.[5] Este hadiz se refiere a la gran guerra que se espera que ocurra por el Éufrates. Aunque este río ha visto muchas guerras, entre ellas la guerra de Irán-Iraq, este hadiz señala al mayor uso de la violencia en el futuro. También podemos tomar el hadiz figuradamente. Por ejemplo, el petróleo es conocido como “el oro negro”. O tal vez el agua se hará tan valiosa como el oro y causará guerras regionales o incluso internacionales. Tal vez el ingreso obtenido de las presas realizadas en este río llamará la atención internacional y causará grandes guerras. En cualquier caso, el Mensajero de Allah advirtió que la región del Éufrates se parece a la dinamita en el corazón del mundo musulmán.
• El Mensajero de Allah afirmó que el cristianismo sería purificado de sus elementos paganos, prestados y se uniría al Islam, así reforzará la Religión Divina.[6] Esto será un hito en la historia de la humanidad, y los creyentes, cuando ellos sean apresados por sus enemigos, derrotarán y destruirán a los representantes globales de la incredulidad.
• El Mensajero de Allah predijo que la reforma agrícola y el desarrollo en ciencia y tecnología permitirían a los agricultores producir una granada que sería suficiente para veinte personas, y que su cáscara proporcionaría sombra a la gente. Él también profetizó que el trigo producido en una parcela del tamaño de un balcón de una casa sería bastante para sustentar una familia durante un año.[7] Con el advenimiento de la biotecnología y la manipulación genética, probablemente tales maravillas no sean lejanas en el futuro.
• En otro hadiz, el Mensajero de Allah describe el final de los tiempos: “Antes del día del Juicio Final, la gente se lo pensará dos veces antes de saludar a los otros-se refiere a saludar sólo a unos-, habrá una gran demanda del comercio y las esposas ayudarán a sus maridos en ello, los padres y los parientes ya no serán tan visitados, las falsas pruebas y los falsos testimonios sustituirán a la verdad, y la escritura tendrá prominencia”. [8]
Todo esto se ha hecho realidad. Hoy, el comercio es el modo preferido de ganarse la vida, y las mujeres son explotadas para anunciar distintos productos y servicios, y para atraer a los clientes. Los derechos de padres y parientes ya no son más considerados y, una vez que ellos se hacen viejos y necesitan más atención y afecto, muchas veces son dejados en las residencias de ancianos u hogares de ancianos. El poder de la prensa moderna es incuestionable, y la mentira está ahora tan extendida que pocas personas pueden oponerse a ella. Esto es cierto a todos los niveles, desde las mentiras comerciales hasta el falso testimonio en los pleitos.
• En un hadiz qudsi[9], el Profeta relata de Allah: “Al final de los tiempos haré que el conocimiento sea obtenido por cada uno, hombres y mujeres, esclavos y libres, y viejos y jóvenes”.[10] La educación está ahora abierta a casi todo el mundo por las escuelas, las universidades, y los medios de comunicación. Muchos intelectuales y los científicos dicen que ya vivimos en la Era de la Información.
• En otro hadiz auténtico, el Mensajero de Allah declara: “El Último Día no vendrá hasta que el Corán sea una causa de vergüenza y el Islam se quede sin un grupo poderoso para apoyarlo”[11]. Hemos visto que esta predicción se hace realidad. Durante casi un siglo, los musulmanes han sido perseguidos hasta en sus propias tierras. Mientras los ateos y los incrédulos han declarado abiertamente su incredulidad en todas partes, el Islam ha sido objetivo de asalto verbal, escrito, e incluso físico. Los musulmanes se han visto obligados a ocultar su creencia, y han estado demasiado avergonzados de declarar abiertamente su creencia.
• El Mensajero predijo el desarrollo de las telecomunicaciónes y los medios de transporte. El hadiz mencionado más arriba sigue: “La Hora no vendrá hasta que las distancias de tiempo y espacio disminuyan”. He traducido la palabra taqarub como “disminuir”[12]. Esto implica que antes del Día del Juicio Final, las cosas que antes se tardaban mucho en realizar serán posibles hacerlas en un tiempo muy corto.
Este hadiz, además de la predicción de los modernos medios de transporte y telecomunicaciónes, añade que el tiempo es relativo. La Tierra toma paulatinamente una forma elíptica. Este puede causar algunos cambios en la división y el cálculo del tiempo. En cuanto a la relatividad del tiempo, esto también se nombra en el hadiz, sabemos que el tiempo se diferencia en algunos aspectos (p.ej. la división, la longitud, el cálculo y la velocidad de su paso por o alrededor de cada esfera o planeta). Si la humanidad logra dejar este sistema solar, la concepción del tiempo se cambiará completamente. Así, en pocas palabras, el Mensajero de Allah hace varias predicciones, algunas de las cuales se han realizado ya, y también alude a varios hechos científicos.
El Mensajero de Allah también predijo: “Llegará un tiempo en el que casi todo el mundo comerá de la usura, hasta tal punto que aquellos que se abstengan de ello serán expuestos a su ‘polvo’”.[13] El Mensajero de Allah señala dos hechos importantes:
• Un tiempo vendrá en que todas las transacciones formales supondrán interés. Nadie será capaz de evitarlo completamente. Sin embargo, a aquellos que no firmen transacciones basadas en el interés no se les responsabilizará de éstas si lo hacen involuntariamente, siempre y cuando ellos hagan todo lo posible por abstenerse de la usura.
• El Mensajero de Allah puede haber indicado con “ser expuesto a su polvo” que una clase capitalista surgiría y aumentaría su riqueza por el interés. Esto conduciría gradualmente a la clase obrera a una pobreza más y más profunda, que resultara en una guerra de clases directa e implacable.
Todas estas predicciones se han hecho realidad. Es muy trágico que los países musulmanes estén en un estado tan penoso y degenerado porque, entre otras cosas, ellos se ahogan en un pantano de interés a pesar de la advertencia coránica que revela que alguien implicado en transacciones a base de interés debe saber “que Allah y Su Mensajero os han declarado guerra” (2:279). Si los musulmanes hubieran sido conscientes de tales declaraciones coránicas, no estarían en una posición tan miserable en estos momentos.
• En el siguiente hadiz auténtico, el Mensajero de Allah señala otro aspecto del triste estado actual del mundo musulmán: “Vendrá un tiempo en que los creyentes se oculten como los hipócritas hacen entre vosotros hoy”.[14] En la época del Profeta, los hipócritas solían ocultarse haciendo los movimientos externos de los rituales religiosos. Según este hadiz, los musulmanes tratarán de ocultarse, practicar sus obligaciones religiosas en secreto. La misma situación fue descrita en otro hadiz: “Levantarán calumnias, la sedición y la desviación. Practicar los rezos prescritos será deshonra para un musulmán, tal como una mujer es deshonrada hoy debido a la fornicación”.
• En otra narración, el Mensajero de Allah predijo que el petróleo sería descubierto en Taleqan-Irán-: “¡Buenas nuevas a Taleqan! Los tesoros de Allah están allí, pero no de oro ni de plata”.[15] En el pasado, un tesoro significaba oro y plata. Por esta razón, el Mensajero de Allah enfatizó que los tesoros de Taleqan sería algo más. Lo que viene a la memoria primero hoy cuando se habla de un tesoro es el petróleo. Sin embargo, él podría haber implicado los recursos del uranio o de los diamantes. Si ésta es la cuestión, la predicción se ha realizado, ya que tales recursos han sido descubiertos alrededor de Taleqan.
• “Vosotros seguiréis los pasos de aquellos que os precedieron tan de cerca que, si por ejemplo, ellos metieran sus cabezas en una madriguera de lagarto, vosotros haríais lo mismo”. Los Compañeros le preguntaron si con “aquellos que os precedieron” se refería a los judíos y los cristianos, y él contestó: “¿A quién más podría ser?”[16] Los musulmanes han estado sufriendo de una crisis de identidad durante dos siglos. Ellos son imitadores ciegos del Oeste y se han envuelto en vicios que destruyeron todas las civilizaciones anteriores.
[1] Bujari,”Yihad” 95-96; Abu David, “Malahim” 10; Ibn Maja, “Fitan” 36; Ibn Hanbal, 5:40-45.
[2] Hakim, “Mustadrak” 4:422; Ibn Hanbal, 4:335.
[3] Abu David, “Malahim” 10; Ibn Hanbal, 5:278.
[4] Bujari, “Fitan” 16; Muslim, “Fitan” 45; Ibn Hanbal, 2:50, 72.
[5] Bujari, “Fitan” 24; Muslim, “Fitan” 30; Abu David, “Malahim” 12:13.
[6] Mualim, “Iman” 244-47.
[7] Muslim, “Fitan” 110; Tirmizi, “Fitan,” 59; Ibn Hanbal, 4:182.
[8] Ibn Hanbal, 1:407-8; Hakim, Mustadrak, 4; 98, 448.
[9] Aquellas palabras de Allah dichas por el Profeta que no forman parte de la revelación del Corán, pero que tienen más fuerza incluso que los hadices normales.
[10] Darimi, Muqaddima, 27.
[11] Hindi, Kanz al-’Ummal, 14:244.
[12] Al-Haysami, Mayma al-Zavaid, 7:324.
[13] Ibn Maya, “Tiyara,” 58; Ibn Hanbal, 2:494; Nasa’i, “Buyu‘,” 2.
[14] Hindi, Kanz al-’’Ummal, 11:176.
[15] Ibid., 14:591.
[16] Muslim, “Ilm” 6; Bujari, “Anbiya” 50.
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